domingo, diciembre 25, 2011

Noche de paz


Me consumo. En alcohol me consumo. Mi gata me mira desafiante  y me trae el recuerdo de tus ojos cargados de pasión la única mañana que nos fundimos juntos en una llama púrpura de amor.  Mi gata me arrulla con sus patitas y tus abrazos nacen en mi piel después de tantos años, como  el rescoldo que retiene el calor del  fuego que encendieron nuestros besos de tejados grises y primavera. 


Color rojo Miura frío y la memoria me trae aquéllas noches de invierno y webcam en las que nada había más que tú, yo, y el amor que recorría el ciberespacio de dos desconocidos cuyos corazones estaban unidos para toda la eternidad...


Otro trago de pasión rubí con la música de Luar-na-lubre y el ronroneo de mi gata me trae el sonido de tu voz con la lluvia al fondo: la primera vez que te tuve junto a mí. Tardes de paseo por Sevilla contigo al teléfono se reflejan sobre el fondo de este vaso que ya se acaba, y mi gata que insiste para que la lleve ya a dormir...
...                                                                                         
Mi gata ya duerme, y yo. borracho ya del rubí licor del sur me duermo también sin dejar de soñar en esa otra vida en que tú y yo fuimos/seremos un único espíritu marcado por el latido eterno del amor...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tus recuerdos son los míos; ¿cómo es posible? ¿No debería el tiempo, la distancia, nuestras diferencias habernos hecho unos recuerdos propios y diferentes? Mis recuerdos son tus recuerdos y este sinsentido es el que hace que nuestra primavera eterna florezca una y otra vez sin descanso en nuestros corazones.